La tecnología sigue avanzando y generando impacto en la vida cotidiana. En Puerto Madero, Buenos Aires, un robot humanoide fue visto desplazándose por las calles, despertando la curiosidad y fascinación de transeúntes que rápidamente comenzaron a grabarlo y fotografiarlo. Las imágenes se viralizaron en redes sociales, alimentando el debate sobre el futuro de la convivencia entre humanos y robots en los espacios urbanos.
Interacción y reacciones en la vía pública
El robot no solo llamó la atención por su apariencia futurista, sino también por su capacidad de responder a estímulos, interactuando con los curiosos que se acercaron a saludarlo. Esta escena refuerza el creciente protagonismo de la inteligencia artificial en la vida cotidiana y la posibilidad de que los humanoides formen parte del entorno urbano en el futuro cercano.
El futuro de la robótica social
Entre los desarrollos más avanzados en este campo se encuentra Aria, un robot humanoide valuado en 175.000 dólares, diseñado para interactuar de manera personalizada gracias a su memoria de largo plazo y algoritmos de inteligencia artificial. Esta tecnología no solo busca asistir a personas con problemas de soledad o aislamiento, sino que también plantea nuevas posibilidades en la automatización de tareas y asistencia en diferentes industrias.
Un paso más hacia la integración tecnológica
Eventos como el avistamiento de este robot en Puerto Madero reflejan cómo la robótica y la inteligencia artificial están dejando de ser conceptos de ciencia ficción para convertirse en una realidad tangible. Desde TIIC seguimos de cerca estos avances, explorando cómo pueden integrarse en distintos sectores productivos y transformando la interacción humano-máquina en la sociedad moderna.
Fuente: Ambito Financiero